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Por un milagro divino, Canizales se salvó pero como consecuencia casi pierde la movilidad del brazo izquierdo, pues se le afectaron los nervios C5 y C6 (raíz de los bíceps) y sus piernas estuvieron afectadas, motivo por el que estuvo dos años en terapia física.

Pese a este tropiezo, Diego no abandonó su sueño por el deporte. Se recuperó, estudió licenciatura en educación física y ahora ejerce como asistente técnico de la Selección Colombia, entrenador del Imder de Buga y trabaja con la Liga Vallecaucana de Patinaje en los campeonatos interligas de Hockey SP (Sobre Patines).

Allí, en esas pistas conoció y perfiló a su pupila, la que es hoy uno de sus mayores orgullos, la directora de Supérate intercolegiados, Daniela Hernández: "Ella estuvo conmigo la primera vez que me gané un campeonato nacional interligas damas. Daniela era de este equipo y gracias a ese logro, por primera vez dirigí la Selección Colombia cuando fuimos a Chile y a Alemania. Esta ha sido la trayectoria con el hockey; y hemos tenido buenos resultados a lo largo de estos años, aportando deportistas del Valle para Colombia. Además de ser una excelente deportista, puedo decir que me enorgullece verla trabajando en Coldeportes por el deporte a nivel escolar y de Colombia".

Dentro del destacado historial de Diego, él resalta el ascenso que ha tenido la Selección Colombia en materia de patinaje: "El año pasado estuvimos en los World Roller Games en Nanjing, China, donde tuvimos la mejor participación de Colombia ocupando la sexta posición en categoría sub 20 y la de mayores. Igualmente, la categoría de damas en Chile obtuvo el mismo lugar. Este año tendremos un panamericano, está por definirse la sede, y el año que viene estaremos en los World Roller Games Barcelona, por lo cual estamos en proceso de preselección Colombia donde tenemos 20 deportistas en sub 20, 20 en mayores y aproximadamente 15 damas".

Finalmente, asegura el potencial que ve en el programa bandera de Coldeportes, "Supérate intercolegiados es un proyecto fenomenal para el deporte colombiano, da alegría ver a los padres de estos pequeños recibiendo su incentivo para estudiar, esa siempre ha sido la lucha de hacer las dos partes: estudio y deporte. Nos ocurre mucho en los municipios y pues tenían que abandonar el deporte para prepararse profesionalmente en las grandes ciudades. Ahora, ver la cara de estos niños asegurando su futuro no tiene precio, es fenomenal", concluye.