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Como toda arte marcial, el judo, más que un deporte es una filosofía, una perspectiva de vida para alcanzar la armonía entre el cuerpo y la mente logrando la perfección del espíritu. El judo enseña a sus practicantes a defenderse sin la necesidad de contar con armas o cuerpos estructurados para la lucha, que generan vanidad, ego o necesidad de agredir. En otras palabras, el judo es el camino de la flexibilidad y no de la rudeza.

Federado a partir de 1951, empezó a subir en popularidad hasta convertirse en deporte olímpico en 1964 en las justas de Tokio, Japón, el mismo país donde nació. Para 1992 las mujeres adquirieron su espacio en las olimpiadas y para 2012 en Londres, Colombia mostraba que podía ser protagonista en este deporte.

Los resultados en esta materia deportiva para nuestro país apenas salen de la sombra. Las damas son las que dan la cara. Yuri Alvear, con tres participaciones olímpicas y dos medallas es nuestra mayor exponente. Nacida en Jamundí (Valle) logró un séptimo lugar en Pekín 2008, medalla de Bronce en Londres 2012 y plata en Río 2016, además de los tres títulos mundiales de 2009, 2013 y 2014.

Detrás de Yuri viene un futuro prometedor, La cucuteña Jesica Ocampo, con apenas 15 años, ya cuelga en su cuello las medallas de oro suramericana, centroamericana, panamericana y un increíble bronce en Juegos Nacionales categoría abierta. A Jessica se suman la bogotana Esteicy Pestana y la caucana Diana Palacio que con 14 años han logrado el título suramericano en dos ocasiones cada una. Durante los días 2,3 y 4 de noviembre, en el coliseo El Jazmín; Jesica, Esteicy y Diana participarán, por tercer año consecutivo, en las finales del programa Supérate Intercolegiados de Coldeportes; un verdadero espectáculo para los aficionados y el público en general.