Prensa Juegos Intercolegiados
En el fútbol sala del regional centro oriente los colegios General Santander, de Norte de Santander, y Mariscal Sucre, de Boyacá, se clasificaron a la final nacional que se disputará en Cali y Palmira, del 1 al 20 de noviembre.
En Pajarito, un municipio que marca la frontera del departamento de Boyacá con Casanare se ve un niño que va de lado a lado con un balón en sus pies, mientras una sonrisa le adorna la cara, como si fuera la viva imagen del popular personaje del manga japonés, Oliver Atom. Pablo Gabriel Sánchez, con apenas 13 años, es el más pequeño del curso de octavo grado, del colegio IE Agropecuaria, un amante del fútbol sala, como su papá, Edwin Sahid Sánchez.
Su figura engaña. Aunque no pasa del metro sesenta de estatura, su habilidad con el balón es hipnótica, dentro del terreno de juego, es veloz y tiende a desmarcarse con facilidad, en un deporte en el que el más mínimo espacio puede ser la diferencia. A lo largo del recorrido de su equipo, en la fase regional de los Juegos Intercolegiados, se convirtió en pieza fundamental, por la determinación y dedicación con la que afrontó cada compromiso.
Esos valores los heredó de sus padres. Tanto Edwin Sánchez como Pilar Naranjo lo han instruido de la mejor manera, para que aprenda de los reveses, les saque los mayores provechos y, también, que disfrute de cada victoria, demostrando respeto al rival. ??Siempre lo apoyamos en la casa, le hemos dejado claro que no siempre se puede ganar, que debe levantar la cabeza siempre y continuar su camino sin importar las dificultades que deba enfrentar??, dice Sánchez.
El gusto por el deporte, precisamente, lo heredó de su papá, viéndolo jugar fútbol de salón, siguiéndolo por todo el municipio. Con él aprendió a dar sus primeros roces al balón, a pegarle con el empeine y los bordes interno y externo, a moverse dentro de campo de juego y a entregarse hasta el último aliento, a dejar todo dentro de la cancha.
Aunque la formación de Pablo Sánchez, en el fútbol sala, se ha dado de manera empírica, de lo que aprende de sus compañeros de clase y vecinos, de cada salida a jugar, sigue a paso firme los pasos de su papá, quien también participó en fases regionales de los Juegos Intercolegiados en la década de los 90. Él se convirtió en su ejemplo y gracias a él sueña con convertirse en futbolista profesional.
En la fase centro oriente, que se lleva a cabo en Tunja, este niño de 13 años es uno de los más jóvenes, sin embargo, ya le ha sacado un gran provecho a esta participación. ??He tenido la oportunidad de conocer personas de otras regiones del país, de aprender de ellos. También, he hablado con otros profesores que me han aconsejado y todo eso lo uso para mejorar??, dice con una madurez mayor a su edad.
Tal vez, el colegio IE Agropecuaria no haya logrado la clasificación a la final nacional de los Juegos Intercolegiados, que se llevarán en Cali y Palmira. Sin embargo, Pablo Sánchez tiene claro que el camino es un proceso en el que se deben afrontar con entereza todos los momentos difíciles. ??Ahora nos debemos enfocar en seguir estudiando mucho para pasar el año, en 2023 esperamos regresar más fuertes??, dice, con el anhelo de repetir su experiencia en la fiesta deportiva más importante del país.
